martes, 30 de enero de 2018

Fernando Pando

No hay sorpresa, Fernando,
ni dolor; en un ventinueve
callado has partido silencioso
ausente de quejas y gemidos.
Ayer, atravesando Cayón
muy cerca de la Alameda
muy próximo al rio
cerca de la Torre almenada
unas últimas hojas secas
volaron sobre el camino.
Poco antes, San Román;
camino declinante
deslizaba hacia Argomilla,
tierra de piedras sagradas
unidas a Santa María
llamaban a despedida.
¿Por qué te sentí partir?
Porque he sabido tu salir
porque las hojas hablaron
porque el rio murmulló
porque la Torre lloraba.
Ya en la noche volví a ver:
tus esperas en Cayón
que abandonabas
sujeción última, que rompiste
y en tránsito definitivo
volar al lugar de donde viniste.
Un abrazo, Fernando,
sin sorpresa ni dolor.
Ausente de quejas
celebramos esta llegada
a tu Paraíso perdido.

lunes, 22 de enero de 2018

Tato llegó a su destino

# Julia 22-01-2018 08:10
Con paso lento
bajaste Santocilde,
dejaste atrás 
el calor de amigos
y entre los árboles del Morón
sonidos de tu piano
llegaron hasta el "Palacio".

El oído atento

escuchó el mensaje
de tu marcha.

Anunciaste tu ida

al Paraíso eterno,
tu vuelta, al lugar
de donde viniste
sesenta y siete años
ya.

San Román silencioso

tuteló tu salida solitaria , 
para en fría cama
decir el adiós de la despedida.

Solo han pasado dos días

y anoche te ví feliz
abrazado a tus padres,
sonreíais.

miércoles, 17 de enero de 2018

Tato y el piano

En ropa caliente
de amigos
de Silvia generosa
de Luises desprendidos
yaces.

De Gemas que comparten
de Santos inquietados
loca oscuridad.

Eterna confidencia
de silencios
y de olvidos.

Una  nota en el piano
una queja y un dolor
 un astro que declina
un sonido que se va.
Una luz que resplandece
un cariño que se da.

Esto pasa , se va
vuelve sobre sí mismo
mira atrás
lágrima que fluye
 dolor de verdad.
Julia

martes, 16 de enero de 2018

Tato

Qué frío aire 
barre tu cara 
de olvidos provocados
del terror en el silencio
que llora..., y calla.

Tus dedos ágiles
sobre el piano helado
besan la tecla blanca
 y hacen vibrar  cuerdas
de corazón marchito
que llora...,y calla.

Te conocí de niño
y te sentí amado; 
escaleras de piedra
y sonidos de campanas.

Angeles y demonios
el chico...que se escapa
Oido fino 
para un piano
que suena lejos
que llora..., y calla.

Compañero Tato,
mucho tiempo 
 y pocos años;
ya estás libre 
es tu ser, eterno ,
que llora..., y calla.





domingo, 14 de enero de 2018

CARLOS SORDO , UN EJEMPLO


Amigo Carlos, lejos quedan, atrás , aquellas reuniones casi familiares en las siempre fuisteis tú y Ana ejemplo de amistad, comportamiento y delicadeza .

Siempre te sentí hombre optimista , más inclinado a resaltar el bien que las dificultades . Ilusionado y alegre . Era evidente la confianza que los demás tenían en tí ; por tu discreción , honradez y por estar dotado de un sentido común nada corriente, que te hacía el hombre adecuado para una consulta íntima .

A nuestro común amigo, Antón , que, seguro, ya te ha recibido y acompañado a tu lugar , el lugar que dejaste temporalmente para pasar 88 años por aquí, me le imagino riendo y dándote un abrazo de bienvenida. Recuérdale de mi parte las risas que nos echábamos en nuestras visitas al Balneario de las Caldas :

Antón, todo un Juan Centella: alto, fuerte , rebosaba salud y alegría ; después del baño desayunábamos en el hotel con una satisfacción que nos daba energía para toda la jornada. Ya sabes que te apreciaba mucho; cuéntaselo y que vuestras risas las oigamos desde aquí abajo.  Un abrazo a los dos.

Carlos, no os olvideis de nosotros , de Julia y José Luis Quintana