Entre el buey y la mula. J. L. Quintana
!Qué bonito y colorido faro! ! Luces de Navidad y alegres villancicos en calles solitarias.! Belenes de cartón piedra …, “Entre el buey y la mula”,
Calzad las albarcas, limpiad el regato, dad de beber, extended la paja y soltad las cebillas, no vaya a ser que no terminemos la labor y acaben sujetos al pesebre.
No sé que haría yo si necesitaran en la casa el importe de la renta o el pago de la hipoteca, la compra diaria, las necesidades de los niños y el pago de los impuestos.
No sé qué podría hacer con el lugar de trabajo cerrado, persiana echada en la calle solitaria; calle vacía, suelo mojado y el sonido de la campana triste, que suena a muerto.
¿Qué podría hacer? Cementerio cerrado, flores marchitas sobre difuntos desconocidos en duelo común. Llorad, llorad y desahogaros, No hay culpables, o somos todos Lloramos vuestra pérdida y sentimos vuestra angustia.
Noches frías y corazón helado. Insonnias de madre que sufre, que llora, que calla para evitar más dolor a un padre sin salario. Y sin futuro.
Otro día más y desoladora pandemia . Ángel miró hacia otra parte, ojos húmedos y boca seca: ” Me veo obligado a cerrar”. Y el crédito Ico, noventa mil, más deudas menores. El Gobierno pedirá su parte y el Banco la suya. Aumentará con el retraso en el pago . ¿Se quedarán con mi casa como en el 2007 mis vecinos peruanos perdieron hasta lo pagado durante años?
Maria y José llegan de nuevo sobre el asno, el Niño va a nacer, hace frío, desde las húmedas calles verán cristales empañados, tras ellos el dolor y soledad pasarán inadvertidos.
José Luis Quintana Mantecón
