lunes, 14 de octubre de 2019

Charo Gonzalez Perez

Querida Charo, no me despido
ni voy a verte 
mis pasos torpes 
me alejan , una vez más, 
de mi camino.

Pero no cedo en mi querer
espiritual ser que me acompaña
en esta  noche de luna plena
cuando los mares se elevan
el blanco brillante nos llama,
y la dulce y eterna Selene 
en claro carruaje invita.

Te sentí de madrugada
y a la gaviota reidora
y al martín pescador
a la sirena del barco
al incipiente azul del día
que te conducían mansamente.

Charo, no voy a verte
como a la sirena , te sentí
y como la  misma Luna, te amé. 
J.L.Q.

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