ni voy a verte
mis pasos torpes
me alejan , una vez más,
de mi camino.
Pero no cedo en mi querer
espiritual ser que me acompaña
en esta noche de luna plena
cuando los mares se elevan
el blanco brillante nos llama,
y la dulce y eterna Selene
en claro carruaje invita.
Te sentí de madrugada
y a la gaviota reidora
y al martín pescador
a la sirena del barco
al incipiente azul del día
que te conducían mansamente.
Charo, no voy a verte
como a la sirena , te sentí
y como la misma Luna, te amé.
J.L.Q.