Chefa

Queridísima Chefa , has vuelto, al fin, al lugar de donde viniste ; cumpliste fielmente la labor que traías encomendada ; incluso tu última etapa de dolor humano nos sirvió a los demás para no olvidar que nuestra presencia aquí es testimonial : ofrecer nuestra paz o ser causa de dolor y eso determinará nuestro futuro eterno.

De tí has dado todo a tu familia . Buena madre, buena esposa y buena amiga ¿podías dar más? . Creo que no. Los últimos meses viviste como en una ensoñación ; nos encontramos y sonreiste , los ojos vivos , expresión alegre y dentro todo un mundo de paz que no se abría porque era un premio en exclusiva que no se puede compartir. Dios te premió con ese don y así pudiste vivir ese tiempo ajena a las miserias de este mundo.

Carlos , tu esposo, tus hijos Maria del Carmen, Vicente y Carlota , tus hermanos , familia , lloramos tu marcha pero es mayor la alegría de saber que has encontrado la felicidad y que desde ahí te fijarás en nosotros , nos darás un aviso en nuestras equivocaciones y , seguro , nos ayudarás si te lo pedimos. Serás nuestro Angel de la Guardia. J.L.Q.